11 d’oct. 2011

¿UNA REALIDAD PARALELA? (I)

Foto: Imágenes Google

El relato de mi compañero del fin de semana, sustentado a partes iguales en la invero- similitud más absoluta y un feérico principio de verdad, consigue persuadirme hasta límites insospechados. Se trata de tres expedientes X –«mis preferidos», remarca– sobradamente conocidos entre los aficionados al género (al parecer, una inmensa minoría). Trataré de resumirlos, aunque no me va a resultar fácil a causa de la ingente cantidad de información de que dispongo. Asimismo, dado que soy un principiante en la materia, carezco de opinión y me asaltan las dudas, no me queda otra más que fiar mi suerte a lo que han dicho otros antes –me revisto, pues, de bloguero copión, lo cual, a juzgar por cómo está el patio, no creo que deba tenérseme muy en cuenta (a lo sumo, consideradlo como una falta leve)–. Paso entonces a la mera exposición de los hechos.
El primer caso hay que situarlo en 1976, en el Irán del Shá Mohammed Reza Palevi. En aquella época este país estaba armado hasta los dientes y, sobre todo, tenía radares a porrillo. Fue precisamente en la zona más vigilada y equipada, Teherán, donde ocurrió el incidente. Algunos ciudadanos informaron por teléfono de que habían visto objetos extraños en el cielo. Al parecer tenían forma de estrella y despedían una luz similar a la de lámparas estroboscópicas intermitentes de diversos colores. Inmediatamente, se envió un avión a investigar. Enseguida localizó las luces. Hubo un conato de persecución, pero las tornas cambiaron cuando de la desconocida nave se desprendieron dos objetos luminosos que se dirigieron a una alta velocidad hacia el avión. El piloto intentó disparar; en ese instante, su panel de control de armamento se desactivó y perdió todas las comunicaciones. Tuvo que virar en redondo y emprender una huida desesperada. Mientras tanto, los radares registraban toda esa extraña actividad en el cielo. Existen numerosos testigos, entre ellos el piloto.
(Continuarà... )

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