22 de gen. 2011

LA DE EXTRATERRESTRES

Foto: Imágenes Google

«Tiene cuatro computadoras puestas en círculo sobre un amplio escritorio, siempre encendidas, con archivos abiertos y varios sites activados. ‘Ya no hace falta salir a la calle’, dice. ‘Lo que se busca, está ahí’. Fuma un joint tras otro, toma ginger ale, vive solo». Así es como el escritor argentino Ricardo Piglia describe al detective privado Ralph Anderson, de la Ace Agency, en ese torrencial diario que viene redactando sin interrupción desde hace 53 años. «Cuenta con un sofisticado arsenal tecnológico que apila en un básico mueble de melamina de la habitación trapezoidal de su coqueto sobreático. Chupa regaliz de palo, bebe agua destilada a la que le hace recuperar la memoria de sus propiedades removiéndola, vive con Esther». Así es como describo yo a Ramon, mi lazarillo en los asuntos que más lejos quedan de la comprensión humana. No hay anomalía planetaria universal, ovni que surque el cielo, asombroso descubrimiento de la NASA o reptiliano de perdida antigua civilización, que se le pase por alto.
Seguramente a través de alguno de esos blogueros que viven de publicar las infinitas conspiraciones que descubren debajo de su almohada cuando van a dormir, le ha llegado ahora una noticia inquietante de la que se ha hecho eco el diario La Vanguardia. Al parecer, algunos científicos de la ‘Royal Society’ –la institución científica más antigua del Reino Unido– han pedido a la ONU un plan mundial ante una invasión violenta de los alienígenas. Arguyen que en caso de una visita extraterrestre, ésta no sería pacífica sino con fines conquistadores. Según un estudio del profesor Simon Conway Morris, de la Universidad de Cambridge, el sistema evolutivo del universo determina que si existen extraterrestres inteligentes «serán parecidos a los humanos», de manera que, «igual que nosotros hemos llegado a otros planetas y galaxias», ellos podrían llegar aquí en breve. Su trabajo se une a la teoría del científico Stephen Hawking acerca de la vida extraterrestre, en la que señala los peligros de mantener contacto con alienígenas pues, al igual que Conway Morris, cree que la evolución extraterrestre los ha convertido en conquistadores y no en visitantes pacíficos. «Sólo tenemos que mirarnos a nosotros mismos», señalaba hace unos meses el Premio Príncipe de Asturias de la Concordia. Cuando el río suena... ¡Qué miedo!

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