16 de jul. 2011

GARDEL Y OBAMA SON CATALANES

Foto: Imágenes Google

El otro día me vino a la cabeza Daniel Peña, el rector de la joven Universidad Carlos III, y su curioso pasatiempo: cuando llega a casa, por las noches, le obsesiona corregir la Wikipedia. Encuentra un montón de errores. Datos, conceptos..., y pasa el rato cambiándolos. Me acordé porque alguien en el club de lectura de NegrayCriminal cometió el fallo de aludir a un artículo leído en la ya imprescindible enciclopedia digital donde se afirmaba que un escritor era tenido por el espejo de otro sin que entre ambos y su estilo mediara relación de ningún tipo. En un santiamén, los caquécticos ojillos de Paco Camarasa se achinaron y con su sorna valenciana nos confesó que a él ya le había quedado clara la validez de la Wikipedia cuando, por hacer la puñeta, se le ocurrió deslizar el dato de que el inspector Pepe Carvalho tenía un perro llamado Biscuter. La falsa información campó a sus anchas durante treinta y cinco días.
Contó más tarde Paco que la cosa ya fue un despipote cuando el año pasado al escritor argentino Raúl Argemí –pareja de su colega zaragozana Cristina Fallarás, y ambos, padres de Hugo, amigo de mi hijo Hèctor en el cole– lo requirió el productor de un documental sobre el anarquismo en Cataluña y Argentina que estaba preparando TV3. Su equipo seguía la pista de Paulina Rovira, la dueña de un prostíbulo conocido como La catalana que pasó a la historia porque sus trabajadoras se negaron a acostarse con los soldados que habían fusilado a los peones rurales en el levantamiento de 1921 en la Patagonia. Los realizadores conocían, por un lado, ese capítulo verídico que había compendiado el historiador Osvaldo Bayer, pero, por otro, a través de internet les había llegado como auténtica la embustera recreación que, retomada por Argemí y musicada por Dani el Negro, hizo de ella meses atrás el escritor para un acto en la librería NegrayCriminal. Paulina Rovira, la Catalana, también llamada la Rubia Mireia, amante de El Cachafaz, famoso bailarín catalán apellidado Bianquet, había regresado a su ciudad natal, Barcelona, y se había establecido en el barrio de pescadores donde supuestamente había nacido: la Barceloneta. Los del documental querían saber cómo se había producido el retorno. Argemí estuvo tentado de seguir la farsa, pero, finalmente, se echó atrás y les reveló que todo había sido producto de su imaginación. Lo curioso del caso es que cuando en su día publicó la historia en el blog de NegrayCriminal, le dijo a Paco lo siguiente: «Seguro que ahora que está colgado alguno lo va a citar como fuente histórica irrefutable. Es lo que tiene internet. Nos creemos cualquier cosa que allí se publique». Menos mal que a Argemí no se le ocurrió llevar a Internet el texto de cierre que escribió al poco tiempo en BCNegra, también con música. Allí, en un plano similar, demostraba por comparación fotográfica de las sonrisas que Barak Obama es descendiente de Carlos Gardel y que como éste es de origen catalán, aquél también vendría a serlo. A saber qué habría ocurrido entonces. Y es que la esencia de internet es hacer historia de la ficción y ficción de la realidad.

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