17 d’oct. 2011

¿UNA REALIDAD PARALELA? (Y IV)

Foto: Imágenes Google
(... Viene de hace dos días)
He separado las diferentes razas alienígenas siguiendo la clasificación clásica en dos grandes grupos, en función de sus intereses políticos. Para que nos entendamos, mientras que en las motivaciones y actividades del primer grupo de extraterrestres existiría la implicación de un gobierno en la sombra y, por lo tanto, estaríamos ante una secreta y mutua connivencia, en las del segundo no habría vinculación ninguna. Ahora bien, según los contactados o abducidos, a éstos los moverían fines amistosos en cuanto que ayudan y preparan a la humanidad a hacer frente al reto de aceptar la realidad de su existencia. En cambio, en aquéllos se intuiría la presencia de un complejo militar e industrial cuya pretensión no sería otra que hacerse con el control de las instituciones gubernamentales del planeta, así como de los intereses financieros y los medios de comunicación, además de venir a ser responsable de los sistemáticos problemas globales.
No negaré que todo lo explicado hasta aquí suena a cuento chino, pero luego está ese misterioso e inquietante discurso que pronunció el presidente Ronald Reagan en 1987 en la Asamblea General de las Naciones Unidas. Dijo lo siguiente: «Quizá necesitaríamos de una amenaza a nuestro mundo por parte de una raza proveniente de otro planeta. Entonces, las disputas entre las naciones desaparecerían. Algunas veces me da por pensar lo rápido que nos uniríamos si estuviéramos encarando una amenaza alienígena del espacio exterior». Eso por no citar los desconcertantes hombrecillos con escafandra que aparecen en diversas pinturas rupestres y petroglifos prehistóricos, o la presencia de platillos volantes en representaciones pictóricas y conjuntos escultóricos atribuidos a civilizaciones antiguas o a artistas de la Edad Media. Y qué decir de los enigmáticos dibujos con forma geométrica y relieve surgidos de un día para otro en campos de trigo ingleses y estadounidenses.
Después de este asombroso viaje por lo desconocido, yo llego a la conclusión de que en algo hemos de creer si, como muy bien dijo en su día Milan Kundera, queremos hacer frente a la insoportable levedad de nuestra naturaleza en el colosal ergástulo en el que nos hallamos. No veo por qué si durante dos milenios hemos venido sustentando nuestra espiritualidad en el gran hallazgo literario de la Biblia –o en los mamotretos de las demás religiones–, no nos atrevemos ahora a contemplar otras posibilidades. Sea como fuere, me lo he pasado pipa escribiendo esta serie de posts con los que confío haber despertado vuestra curiosidad, queridos (y a veces sufridos) lectores. 

1 comentari:

  1. No lo mezclemos todo, o termina por hacer aguas. Si es que se podía tomar en serio el tema.

    http://es.wikipedia.org/wiki/C%C3%ADrculos_en_los_cultivos

    En 1991 Doug Bower y Dave Chorley se ajudican la autoría de los primeros círculos aparecidos durante mediados de la década de 1970,[2] mostrando detalladamente a la prensa cómo los realizaron.[3] Los inventores del fenómeno empezaron realizando simples círculos con la idea de que los ufólogos los consideraran obra de extraterrestres y, cuando el meteorólogo Terence Meaden, especuló con la posibilidad de que fueran consecuencia de tornados, añadieron líneas rectas y rectángulos para frustrar al experto. También cuando los ceréalogos especulaban en los pubs sobre qué resultaría en el fenómeno sorprendente y definitivo de cara a su origen no natural, Bower y Chorley -que solían frecuentar los mismos locales- tomaban nota y, en cuanto podían, hacían realidad los sueños de los expertos.

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