¿UNA REALIDAD PARALELA? (III)

Foto: Imágenes Google

(...Viene de hace dos días)

Pero, contra- riamente a lo que pudiera parecer, Philip Schneider no falleció de cáncer. Apareció muerto en su apartamento en 1996 con un cable de acero enrollado en el cuello. Supuestamente, habría sido asesinado porque poseía información y datos confidenciales que empezaba a revelar a la opinión pública. Durante los dos últimos años de su vida dio más de treinta conferencias en todo el mundo en relación con las teorías de la conspiración, en las que afirmaba filtrar información sobre las operaciones encubiertas del gobierno secreto. Demostró conocer la tecnología de los ovnis y aseguró que en el área 51, una base secreta situada en Nevada, se testeaban todo tipo de extrañas naves. Citó al físico Robert Lazar, quien estaba encargado de descifrar la propulsión de las naves alienígenas. Éste, a su vez, confirmó el discurso de Schneider y proporcionó detalles al respecto. Reconoció que al principio estaba convencido de que los platillos volantes eran en realidad aviones secretos terrestres, pero al final llegó a la conclusión de que eran de origen extraterrestre. Reveló que tenían un sistema de propulsión nuclear de antigravedad y que la fuente de energía utilizada era un reactor de antimateria que habría permitido cubrir grandes distancias de forma instantánea manipulando el tiempo y el espacio. Ni que decir tiene que su confesión tuvo consecuencias inmediatas. Tanto su expediente como cualquier otra documentación que demostrara su vinculación al proyecto desapareció misteriosamente. Con ello se pretendía demostrar que era un farsante. Pero el hallazgo de una agenda interna volvió a teñir de credibilidad sus declaraciones.

Asimismo, un sargento retirado de la armada estadounidense declaró en 1998 que había participado en operaciones encubiertas de rescate tanto de naves extraterrestres estrelladas como de las entidades biológicas que iban en ellas. Reveló que se tenía constancia de un total de 57 tipos diferentes de razas extraterrestres, entre las cuales algunas eran más activas que otras y existían evidencias de su implicación en determinados asuntos humanos. Aquí van algunas de ellas, divididas en dos grupos: los grises bajos, los grises altos o blancos, los reptilianos, los draconianos, los sirianos de Sirio B y los Annunaki (primer grupo); y los telosianos, los lyrianos, los de Vega, los pleyadianos, los nórdicos rigelianos, los procyonos, los andromedianos, los sirianos de Sirio A, los ummitas, los alfa centauris y los arcturianos (segundo grupo).

(Continuará... )